Patricia Lambea es Diplomada en Nutrición Humana y Dietética Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Posteriormente, siguió formándose durante sus años de trabajo en investigación realizando el Máster en Condicionantes Genéticos Nutricionales y Ambientales en el Crecimiento y Desarrollo
Es una persona muy activa y sociable, apasionada de los viajes y del mundo de la gastronomía, le encanta conocer otras culturas y sus estilos de vida. Afirma que, sin duda, formar parte de un equipo interdisciplinar como el de Vive! hace más enriquecedor nuestro trabajo..
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Siempre tuve vocación por dedicarme a una profesión en la que pudiera ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida, mi trabajo como Nutricionista nace de ello. El hecho de conseguir que esas personas que acuden a mí lleven un estilo de vida saludable para lograr sus objetivos o mejorar sus patologías es una satisfacción constante.
Me encanta mi trabajo, ayudando al paciente a conseguir sus logros o dándole las herramientas necesarias para superar las dificultades que pueda encontrar para poder seguir adelante.En consulta, me gusta escuchar activamente al paciente, por qué cada uno tiene un objetivo distinto. Para ello, es imprescindible personalizar el tratamiento nutricional que necesita cada uno de ellos, mediante recomendaciones específicas en casos de patología u otras situaciones fisiológicas, pautas nutricionales, asesoramiento culinario, recetas diferentes, y motivación, entre otros.
¿Qué tiene VIVE! que sea diferente a otros centros de salud?
Lo más valioso de trabajar en Vive es el equipo humano que formamos.
Ser parte de un equipo interdisciplinar de nutricionistas, fisioterapeutas, psicológos y entrenadores personales de los que aprendes día tras día, hace que podamos ofrecer siempre lo mejor a nuestros pacientes ya que podemos valorar conjuntamente desde cada una de las áreas de actuación buscando acciones individualizadas para cada uno de ellos.Tener unos hábitos de vida saludables no sólo implica llevar una buena alimentación sino también la realización de ejercicio físico diario, tener una buena salud mental, descansar correctamente, rodearnos de un entorno familiar y social positivo, entre otros, son de vital importancia en el proceso de cambio. Acompañar al paciente en todo este camino trabajando conjuntamente con el resto del equipo es fundamental para conseguir afianzar todos estos cambios en su vida.
Empatizar con el paciente para adaptarme a sus necesidades individuales y conseguir una buena adherencia al tratamiento nutricional es clave del éxito para alcanzar su objetivo.
PATRICIA LAMBEA